36º FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA.
Finalizada la 36º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata que homenajeara al recientemente fallecido cineasta David “Coco” Blaustein y a modo de un pequeño balance podríamos observar que se trató de un evento que se realizara contra viento y marea, de manera acotada, pero sin resignar calidad, en un contexto pandémico adverso que logró el regreso del público -un baluarte de este festival – a una presencialidad con aforo en las salas y mantuvo la acertada idea de federalizarlo a través de disponer de gran parte de las películas en formato online en la plataforma de visualización web.
No es un hecho menor destacar que los organizadores pudieran sortear obstáculos resolviendo en poco tiempo – en virtud de la situación sanitaria y económica – y montar toda la logística operacional necesaria para permitir volver a proyectar en las 8 salas destinadas este año al Festival de Cine . Mucho tiene que ver en este tópico un convenio de colaboración sellado poco antes con la Municipalidad de Gral. Pueyrredón que seguramente oxigenara al Festival y la colaboración de la plataforma Netflix que le permitiera el desembarco de algunos filmes como El poder del perro de Jane Campion , Fue la mano de dios de Paolo Sorrentino y la película de cierre, el ultimo opus de Almodovar, Madres Paralelas, amén de la ayuda inestimable de Embajadas y colaboradores que contribuyeron sin dudas a posibilitar la llegada de material, que tal vez hubiera resultado oneroso conseguir en estas circunstancias.
Este año se vio -y es atendible en el devenir de los acontecimientos- una menor oferta de películas y salas, con una programación plural y ecléctica acorde tal vez a un presupuesto acotado que apuntaba a optimizar y ofrecer un conjunto de películas provenientes del recorrido de los principales festivales del mundo y apuestas por la diversidad y pluralidad de formatos y visiones. Destacar el elenco de conducción (Juan Lima, presidente, Cecilia Barrionuevo, directora artística) y programadores (Marcelo Alderete, Pablo Conde, Paola Buontempo y Francisco Pérez Laguna), en lo que parece ser el sello distintivo que le imprimen a este festival.
Un renglón aparte merece la propuesta de charlas virtuales con maestros que contó con los directores/as Apichatpong Weerasethakul, Helke Misselwitz, Kleber Mendonça Filho y Phil Tippett.
En cuanto a la grilla de programación en las competencias se ofrecía un amplio panorama de las ultimas producciones argentinas y latinoamericanas, en tanto que internacionalmente las más recientes obras de directores/as como Celine Sciama ,Jeanine Meerapfel, Bertrand Mandico ,Nadav Lapid , Hong Sangsoo entro otros, que formaron parte de la competencia y secciones paralelas.
Mención aparte la retrospectiva dedicada a la actriz japonesa Machiko Kyō en copias 35 mm. El foco de las primeras películas de la cineasta alemana Helke Misselwitz y un Jean-Luc Godard presente a través de la proyección en sala de su película El libro de imagen y con la instalación Accueil livre d’image, la publicación del libro/poema El libro de imagen, traducido y reilustrado a través de la mirada de mas de 40 cineastas latinoamericanos.
Esta feliz posibilidad que nos brindara el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata de volver a pisar una sala cinematográfica y disfrutar del cine en el cine, resignifica -en tiempos digitales, pandémicos ,etéreos – este hecho que antes nos era natural y hoy cobra especial dimensión; y nos permite pensar tangencialmente el futuro del cine junto al cineasta español Victor Erice, quien aseveraba al diario La Vanguardia que “de la experiencia de los Lumière, la original del cine, sólo queda la sala cinematográfica, el lugar ideal para contemplar imágenes, pero las películas y audiovisuales se consumen en tabletas, móviles, televisión, y la experiencia se modifica sustancialmente. Se puede hablar no de espectadores sino de consumidores».
© 2021 FelliniA Tierra de Cine