Por Lorena Sánchez
A una semana de su estreno en Argentina “Mi Obra Maestra” se proyectará en la Biennale di Venezia el 30/8, con expectativa generada a partir de la buena performance de “El Ciudadano Ilustre” y por recordarle a los italianos las comedias del cine de su país.
¿No es injusto que un gran artista sea relegado a las márgenes cuando no sigue las modas, condenado al olvido y a una vejez pobre y con deudas, hasta que su muerte lo revalúe y termine enriqueciendo bolsillos de terceros?
Al protagonista pintor de Mi Obra Maestra, Renzo (Luis Brandoni), encima, un accidente callejero lo deja en un hospital, postrado y amnésico. Su galerista y representante, Arturo (Guillermo Francella), gran amigo de toda la vida con quien mantiene una relación tirante y apasionada por sus diferentes visiones, luego de agotar todos los intentos por reflotar su carrera entre la espada del mercado del arte y la pared de los ideales y el espíritu transgresor de Renzo, lo asiste en su internación. Arturo vuelve a intentar devolverlo al circuito mientras Renzo le pide que lo libere del dolor y nace la sospecha de una estafa. Qué hará?.
Además de llevarnos por una aventura, paisajes cautivantes y color local, esta comedia sutil con ingeniosos e irónicos diálogos, idiosincrasia argentina e increíbles encuadres nos hace reflexionar sobre la definición del arte, la intervención de los agentes dictadores del mercado, la moral, el amor propio y el egoísmo, la honestidad, los vínculos y la verdadera amistad.
¿Quién puede negarle autoridad para escribir sobre los recovecos y las trampas del mercado del arte, el ego de los artistas y la relación galerista-empresario-prensa-artista al director del Museo Nacional de Bellas Artes, Andrés Duprat?
“Hablar sobre el mundo del arte nos resulta muy natural. Desarrollamos la historia en el marco de las artes visuales y se consigue eficacia al hablar de lo que se conoce para poder ahondar sobre lo que uno quiere contar”, expresó el guionista durante la presentación del film en Buenos Aires. Andrés Duprat aceptó que los personajes que muestra la película existen en la vida real y que el mundo del arte se presta mucho a las estafas: “Este país es particularmente caníbal con los artistas y siempre está buscando la novedad. No termino de entender cómo hay obras que antes valían 10 mil y después 1 millón. El concepto de arte es muy dinámico y cambia en el camino”.
Pero el guión fue una guía abierta a la participación de los actores, en una ida y vuelta permanente con el director y los productores. Su hermano, el director Gastón Duprat, explicó que concibió la película con tres actos, de duraciones muy marcadas, “el intermedio es más melancólico y el último es más desaforado y colorido”. Luego de presentar los personajes y desarrollar la acción, la historia lleva la intriga hacia el planteo de una eutanasia, que luego de un ingenioso punto de giro “inicia una verdadera obra maestra de la estafa en la que ambos protagonistas son absolutamente cómplices”.
“La película está pensada como una superproducción con saltos geográficos. Por eso se incluyeron locaciones como Jujuy a 5 mil metros de altura, el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói en Rio de Janeiro y el Museo Fortabat de Puerto Madero. Dimos rienda suelta a todo lo que pedía Gastón para hacer la mejor película posible”, se jactó Mariano Cohn, quien por primera vez se dedica sólo a la producción sin dirigir en dupla con su socio Duprat por exceso de proyectos.
Francella y Brandoni también vienen de experiencias de trabajo conjuntas pero televisivas, las series Durmiendo con mi Jefe y El Hombre de tu Vida. “Amamos la comedia más que nada en el mundo. Fue un proceso muy lindo”, dijo Francella. “Nos tenemos gran respeto, cariño y consideración”, expresó Brandoni, quien debió aprender a manejar pinceles, manos y telas. “Fue la película que más ensayé”, reveló, aunque luego el director recordaría una frase improvisada que terminó siendo clave, ‘Se enfría el cafecito’. Por su parte, Andrea Friguerio contó que tuvo que componer su personaje de galerista extravagante desde lo físico, lo postural y la voz. En cuanto al el español Raúl Arevalo (Alex), de gran exposición en España y amigo de la dupla Cohn-Duprat, aportó su experiencia de comediante sólido para darle credibilidad a su texto y fluyó en las escenas más largas y densas.
“A los países emergentes yo los llamo Países con capacidades diferentes”, dice Renzo, el pintor lúcido, huraño y resentido que luego de un pasado de éxito asiste a un presente sin ventas. “El éxito, igual que el fracaso es una de las cosas que nos pueden pasar; no hay que creérsela”, concluye Brandoni actor.
El filme es una coproducción entre las argentinas Televisión Abierta y Arco Libre y MEDIAPRO de España.
© 2018 FelliniA Tierra de Cine