“La historia de Blas Jaime necesitaba un documental que lo registre”.
Por Jorge Cappelloni
A raíz del estreno del documental Lantec Chana, FelliniA, Tierra de Cine entrevistó en forma exclusiva a su directora Marina Zeising. El documental aborda la historia de Blas Jaime, jubilado y ex predicador Mormón, oriundo del litoral Argentino, quien reveló públicamente que es el último heredero de la lengua Chaná, etnia nativa de Sudamérica que se consideraba extinguida hace más de 200 años y de la cual se tenían pocos datos. Reconocido por la Unesco como el último Chaná parlante en el mundo, tiene una misión: perpetuar su legado para que no se extinga.
¿Cómo surge la idea del documental y que te motivó a llevarlo a cabo?
Hace unos seis o siete años, sentí la necesidad de hacer un documental como directora que hurgara en la cuestión indígena que es un tema que lo tenemos como una deuda histórica pendiente en revisar, reparar y revalorizar, a mi modo de ver. Y al mismo tiempo tenia una necesidad imperiosa de filmar en el delta del litoral ya que había trabajado en otras producciones de otros directores y me había quedado con ganas de hacer mi propia versión de alguna historia que escondiera esa región. Así fue como comencé a investigar historias. Encontré muchísimas pero la que mas me impactó fue la de Blas Jaime, que unía todos esos intereses que tenia latentes en mi.
¿Cómo das con el protagonista Blas Jaime, último heredero de la lengua chaná y decidís contar su historia?
Investigando di en Internet con un articulo de diario que escribió Tirso Fiorotto un periodista de Paraná que relevó las frases y otras cuestiones culturales que Blas Jaime decía conocer como último parlante de una lengua nativa de nuestra región litoral, los Chanás. Eso me despertó un profundo interés por lo particular y decidí contactarlo para ir a conocerlo. Cuando viajé a Paraná sin saber que me iba a encontrar, descubrí que Blas Jaime escondía un tesoro muy valioso y que era una persona con una historia suficientemente rica, potente y desbordante de matices como para realizar un documental. Y ahí arranqué, sin saber si iría a tener forma concreta o no, el tiempo y los hechos que iban sucediendo me demostraron que efectivamente era así: la historia de Blas Jaime necesitaba un documental que lo registre.
¿Que nos podes decir del proceso de escritura del guión?
Cuando lo conocí a Blas Jaime, comencé a profundizar en el estudio de la etnia Chana y descubrí que había muy poca información sobre ella. Pedro Vegas Barrios el lingüista me facilitó bibliografía sumado a la que encontré en bibliotecas tanto de Argentina como de Uruguay. Entendí que debía narrar esta historia del presente hacia el pasado y no al revés. También me nutrí de las investigaciones científicas de los arquéologos y antropologos Mariano Bonomo y de Gustavo Politis entre otros que estudian la región. Paralelamente fueron sucediendo los hechos que aparecen en la película y en conjunto con el editor fuimos trabajando el material, ya que en un documental el guión termina de escribirse en la edición.
El film creo que también aborda la problemática de la identidad cultural aborigen y la preservación del lenguaje, ¿Lo crees así y era esa también tu intención inicial?
Si bien la cuestión indígena en Argentina esta habitualmente vinculada a la necesidad de tierra y sustento, cuando lo conocí a Blas Jaime entendí que su lucha radicaba en otra esfera que era la lengua y su cultura, entendiendo que también hubo un culturicidio que se padece hasta nuestros días. Si bien me interesaba la cuestión del territorio, también se que hay muchos documentales muy buenos acerca de este tema, teniendo a Don Blas me pareció que el abordaje tenia que ir por la lucha que el viene emprendiendo de rescatar su etnia del olvido, y decidí focalizarme en eso, por mas que igual se cruzó la problemática de las tierras y la subsistencia a partir del matriarcado Charrúa que el apadrina en Maciá.
¿Que expectativas tenes para con el documental, su estreno y su circuito de exhibición?
Que se muestre en la mayor cantidad de salas y espacios posibles. Que pueda ser material de consulta educativa y genere debates. Y por supuesto que los que se reconozcan Chanás puedan conectarse entre si, hermanarse y sentirse menos solos, que eso ya empezó a suceder desde que este documental comenzó a girar en festivales.
¿Algo más que quisieras agregar?
Estoy muy feliz de haber atravesado este largo proceso, que me hizo crecer como persona y realizadora. Conocí gente muy cálida y fue un placer filmar por las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires. Asimismo, me despertó interés en encarar un nuevo documental que trata sobre mis propios orígenes.
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