"EL DOCUMENTAL ES COMO UN SER VIVO"
De paso por Buenos Aires para presentar su film «El Tiempo Nublado» en la 14ta. edición del Festival Doc BsAs. 2014, FelliniA Tierra de Cine tuvo la grata oportunidad de mantener un diálogo con la directora Suizo-Paraguaya Arami Ullón, quien nos cuenta detalles acerca de su documental, un gran trabajo enfocado en el conflicto personal y familiar que la enfrenta a la vejez y enfermedad de su madre, donde recorren juntas en la pantalla un camino íntimo, doloroso, lleno de tensiones y dudas frente al padecimiento físico y emocional de ambas, interrogándonos con su lúcida mirada por el destino de nuestros padres cuando envejezcan.
por Jorge Cappelloni
–¿Cómo surgió la historia en tu documental?, digo en que momento es que tomas la decisión de filmar la enfermedad que sufre tu madre y contarla en una película; y ¿de qué modo te planteaste desarrollarlo en el guión?
No es una idea que haya surgido en un momento específico, sino que se fue gestando a través del tiempo. Es un tema con el que convivo desde que tengo 7 años. Primero fueron historias cortas y luego tomó la forma de tratamiento cinematográfico. El medio audiovisual es mi trabajo desde que tengo 16 años, así que considero que fue una salida natural convertirlo en un film.
– ¿Qué te impulsó para abordar la historia en primera persona?. Se percibe que además de la ternura en el acercamiento fílmico al padecimiento de tu madre y su imposibilidad de valerse por si misma, hay un deseo imperioso tuyo por exponer la soledad que las rodea, las vacilaciones y la culpa por el abandono, ¿Lo crees así?
Abordarla en primera persona es una decisión que considero honesta. Implica tomar la absoluta responsabilidad sobre el punto de vista, la voz, etc.
Creo que hay mucha soledad en torno a los adultos mayores, no solo en Paraguay, sino en todo el mundo. Y sí, creo que cargamos con una culpa – en algunos casos mayor, en otros menor- por no cuidarlos personalmente.
– El documental parece funcionar en cierta manera como una expiación personal frente a la relación con tu madre y los recuerdos; una suerte de tensión que confronta tus deseos y lo concreto de la dolorosa realidad que te toca atravesar,¿crees que puede ir en este sentido?
La película funciona como una expiación, sí, de eso no hay duda. Al parecer, también ocurre algo similar con el público. Las personas se identifican, encuentran una suerte de referencia, ocurre una catársis, y se invita a la revisión del tema, a la reflexión y a la toma de decisiones desde lo personal y profundo.
– El film también apunta a desnudar otras aristas como la implicancia en el cuidado de las personas mayores, la carencia de personal idóneo o cierto estigma por acudir a instituciones o asilos en Paraguay, etc,. ¿Crees que esto puede resultar así o lo fuiste descubriendo a medida que avanzabas tanto en el cuidado de tu madre como al realizar la película?
Al vivir en Paraguay, los que hemos pensado en este tema ya desde hace tiempo, intuimos el estado de precariedad del sistema y de los hogares de ancianos, sobre todos los que nos resultan imposibles de pagar. Sin embargo, al estar resolviendo esta situación personal (y la película) comprobamos este estado de precariedad que ya se intuía. Incluso nos encontramos con leyes bastante absurdas, como por ejemplo: que los adultos mayores pueden acceder a los hogares de ancianos estatales, solo si se encuentran en estado de total abandono, esto es; si el adulto mayor mayor en cuestión tiene algún familiar vivo, no puede acceder a estas instituciones, ya que ese familiar (no importa el nivel de parentesco que tenga) debe hacerse cargo de su cuidado.
-¿Determinaste previamente algún recurso estilístico o formal, para poder contar en imágenes esta historia tan personal?
Sabía que construiría la historia desde los dialógos y los silencios que se den entre los personajes y que no usaría ningún recurso aclaratorio o explicativo fuera de estos. También sabía que tipo de encuadre y movimiento de cámara usaría, por esto decidí trabajar con Ramón Giger (director de fotografía).
– ¿A que alude el título del filme?, porque me pareció metafórico y descriptivo a la vez, tanto de tu propia situación personal como de la enfermedad de tu madre, de pasajes internos y externos, de un tiempo donde ya no hay claridad pero tampoco plena oscuridad…
Es exactamente lo que decís, un tiempo y un paisaje confusos, nublados que buscan esclarecerse, iluminarse…
– ¿Cómo ha sido la repercusión de tu trabajo, qué expectativas tenías y qué recorrido crees que está teniendo?
Ha sido sorprendente. Un viaje de lo íntimo y personal mío a lo íntimo y personal de cada espectador. Me siento muy agradecida por compartir esos espacios con la gente, espacios a los que uno no tiene acceso normalmente, o los que se abren recién después de mucha convivencia. Un espacio de reflexión colectiva y al mismo tiempo personal.
El recorrido de festivales fue hasta ahora excelente (Visions du Réel, Karlovy Vary, Locarno, DocBuenosAires, Midbo) y seguiremos todavía con muchos más que ya están confirmados.
– ¿Algo más que quisieras agregar?
Espero hacer en el futuro una película que aborde un tema alegado de El Tiempo Nublado y quisiera experimentar otros lenguajes, pero claro, el documental es como un ser vivo, y puede volver a cambiar!
El Tiempo Nublado Cloudy Times (Paraguay-Suiza, 2014, 92’), Dirección: Arami Ullón,Guión: Arami Ullón Producida por Cineworx Filmproduktion GmbH, Arami Ullón.
© 2014 - FelliniA Tierra de Cine
Agradecimiento especial a Violeta Burkart Noe – 14h comunica