Por Oscar Alvarez
“El mayor desafío al momento de narrar con una cámara, tiene que ver con lograr transmitir eso que en un principios intangible: una emoción,una sensación, algo doloroso… “
María Alche
A raíz del emisión por Sundance TV de “Familia Sumergida” la película de María Alche, protagonizada por Mercedes Morán, Marcelo Subiotto, Esteban Bigliardi y Diego Velázquez, Fellinia, tierra de cine entrevistó a su directora donde desarrolló distintos aspectos de la realización.
• Como surge la idea del argumento?
Aparecía la idea de una muerte en un grupo familiar, y cómo eso es luego reinterpretado por las generaciones que vienen, cómo se elabora colectivamente. Había leído un texto que hablaba del fantasma que aparece reencarnado en algún miembro de la familia, me interesaba la fotografía espiritista de principios de siglo, textos medievales sobre el alma, el cuerpo, las discusiones que se dan en torno a esa división.
Se fueron juntando caminos de distintas cosas que venía pensando. En relación a la muerte, a los duelos, a dejar de estar ahí en la existencia y pasar a estar en cómo somos nombrados por otros, en la huella que dejan algunas personas en otras y las transforman. Pensaba en estas ideas desde la materia misma, desde lo biológico, desde la fotografía, desde las experiencias familiares de duelos, donde se asiste a lo inaudito, a no saber cómo lidiar con eso que ya no está. A veces eso tiene muchísimos mas componentes como tener muchas ganas de reirse, de bailar, de tener un montón de emociones vitales, dolorosas, contradictorias que me parecía que podia ser interesante narrar, y cómo esos objetos que quedaban, de alguien que ya no estaba, cómo todo ese vapor de la persona se iba repartiendo entre los que quedaban. Viví eso de cerca con una tía que tenía muchas cosas en su casa, muchos tesoros que amaba. Coleccionaba botones, cerámicas antiguas, pulóveres, cristales de colores, todo organizado con un respeto hacia la belleza de cada cosa. Cuando se murió, y hubo que desarmar su casa, sentimos que mas allá de lo material, había algo que se desarmaba y era su manera de disponer todas las cosas, ese espíritu que le ponía ella a esa casa, su estar en el mundo, su manera tan teatral de narrar, ¿quién la iba a heredar? ¿Donde queda eso de la gente que es intangible e innombrable, alguien lo heredaría? ¿Nos acordaríamos de eso? ¿Desaparecería por completo? Intentaba pensar en un guión que pudiera dar cuenta de esas preguntas, mas con una sensación de abertura que de cierre.
• En el relato hay un progresivo extrañamiento femenino ante la realidad, que es central en la protagonista pero que incluso parece incorporar a otros personajes, esta es la intención que plantea el guión? Si es así, desde que idea lo hace?
La idea era posarse en el sentir de alguien que está recordando, por lo tanto su temporalidad está desdoblada. Un poco está en el velorio reciente, otro poco en su pasado familiar, esas conversaciones de sus tías, de parientes que apenas escuchó alguna vez, y otra parte de ella está en el presente. Todas ocupan su cabeza, y su cuerpo se ocupa de tareas, las cotidianas de sus hijos, y las que deja la muerte: vaciar, ordenar, clasificar, despedirse de cosas. Me parece un extrañamiento común a experiencias fuertes en la vida, que dislocan la temporalidad.
• Hay una sensación de incomodidad en el sonido? por su forma estridente: los timbres, que siempre incomodan e interrumpen las situaciones en medio de las que se producen, las conversaciones en 2do plano, no siempre inteligibles, confusas, cierto sonido acusmático.
Trabajo con la sonidista Julia Huberman, con quien compartimos un cierto sentido del humor, y nos permitimos pensar tramas secretas de la película que se cuentan a través del sonido. Para la película pudimos conversar muchas ideas en la etapa de guión, que despues se volcaban a cosas concretas en el rodaje que teníamos en cuenta para el sonido: objetos, movimientos de los actores, texturas. Para la primera parte de la casa, yo tenía claro que había muchos timbres, teléfonos y puertas, pero no era tan consciente de la importancia dramática que luego fui viendo que tenían y cómo afectaba a ella y a los miembros de la casa esa estridencia constante que vos mencionás. En relación al segundo plano, siempre tratamos en la casa de Marcela de dejar un vapor de conversaciones, de sonidos, de imágenes sonoras que fueran ocupando la casa, como si todas esas plantas y objetos que llegan a su casa, fueran habitándola.
• Hay una idea de “antiguedad” en los sonidos (por su forma añeja)?, por ejemplo el timbre del teléfono, el ringtone del celular, el timbre de la casa, que no son de este tiempo y que refieren a cierta época anterior.
No me imaginaba que esta historia ocurría en el presente actual nuestro. Me incomodaba tener que incorporar tantos celulares, computadores y redes sociales como usamos ahora. Imaginaba esta trama ocurriendo en una época algo mas analógica, donde las fotografías impresas todavía no son algo tan lejano y donde las comunicaciones no tienen la inmediatez de la actualidad, porque muchas cosas de la trama funcionan mas con esa lógica, por lo tanto si bien no definimos una época concreta si es claro que no transcurre en el presente.
• Hay una alineación progresiva del personaje – hasta la irrealidad del baile final -? Como se pensó tanto la fotografía como sonido en ese sentido?
La fotografía, el sonido y el arte, también el vestuario fueron pensados conjuntamente. Al principio, fueron ciertas ideas de climas de luz, objetos, colores. A ese primer borrador, se le fueron añandiendo ideas sonoras, algunas cosas se fueron descubriendo con los actores, otras caían por decantación, otras las forzábamos para que encajen. Es muy interesante cuando se empieza a armar un sistema entre las piezas, entonces es más fácil detectar cuáles son los elementos que sobran o faltan. Es un proceso que me parece de los mas hermosos del cine, darle forma a algo que son unas ideas.
El mayor desafío al momento de narrar con una cámara, tiene que ver con lograr transmitir eso que en un principio es intangible: una emoción, una sensación, algo doloroso o que nos provoca una alegría eufórica y aparece la intuición de que puede ser compartido.
• Es una película de planos cerrados en interiores, pero aún en exteriores muchos de esos planos no dan una gran perspectiva, por ejemplo en la secuencia de la búsqueda del lote. Esto tiene una intencionalidad dramática, si es así, cual sería la misma?
Es una película sobre la intimidad, sobre fenómenos que aparecen dentro de una casa como si brotaran de los pensamientos, de las plantas. Está en juego la idea de lo que surge de lo microscópico del universo y se despliega, para lo cual necesitábamos hacer énfasis en aquello que rodea a la protagonista de forma diminuta, plantas, papelitos, cartas, y va cobrando una dimensión emocional enorme en ella. Cuando se va de viaje al bosque y al encuentro del terreno, los planos se abren y la cámara toma otro comportamiento, queríamos que se sienta esa salida de la casa también para el espectador, como una bocanada de aire. En ese momento ella también sale un poco de su casa, de sus roles de madre, hermana, ciudadana, y se bifurca hacia una identidad menos definida, al menos por ese rato, y entonces nos gustaba que la cámara acompañe eso con una apertura, como también el sonido que se expande.
• Como se pensó y se llevó a cabo el trabajo con Mercedes Morán?
Trabajamos mucho leyendo el guión, conversando y pensando referencias de personas que conocíamos que podían tener que ver con el el personaje de Marcela. Mercedes me parece una actriz fabulosa, versátil, inteligente y generosa. Antes de filmar, sentía con ella una situación de suficiente distancia y nervios, como para tener mucha adrenalina para filmar, y una admiración en el sentido de sentirme en riesgo frente a una actriz de su naturaleza. Mercedes es sensible e inteligente, sabe ver en los guiones lo que no está escrito, y sabe ponerlo en palabras y traducirlo a un lenguaje muy físico de la actuación. Fue muy abundante la colaboración mediante charlas y complicidades, y también muy entregada al momento de filmar. Me sorprendía su capacidad de estar en el set con actores tan jóvenes, casi sin experiencia en cine, y ponerse a jugar con ellxs en el sentido feroz de la palabra, entrando en profunda sintonía y abierta a lo que tenían para proponerle.
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