Cine. El director habla de la influencia de D.A. Pennebaker en su trabajo.
Documentalista, autor de D.O.A., I Pay for Your Story y decena de otros films entre ellos On va tout peter, presentado recientemente en Cannes, sobre la ocupación de la fábrica francesa de repuestos automotores GM&S por parte de los obreros que estaban por quedarse sin trabajo, Lech Kowalski nos habló de la importancia que el cine de Pennebaker ha tenido sobre su trabajo y su formación como cineasta.
¿Cómo lo conoció a Pennebaker?
Lo encontré en Nueva York en los años ’70, en la época en que comencé a hacer cine.En esos tiempos no existía internet, y no era simple encontrar los films que te interesaban.Entonces un día llamé a los hermanos Maysles para pedirles de poder ver sus trabajos y me invitaron a su estudio.En esa ocasión conocí a Pennebaker.
¿Y cuando descubrió sus filmes?
De él en esa época no sabia mucho, pero a medida que crecía mi interés por el cine aprendí a conocer mejor su trabajo: para mí ha sido fundamental. En primer lugar por el uso de la cámara en mano, después por el modo en que «incorporaba» la música jazz : una forma de arte negra que algunos cineastas blancos de la clase media «llevaron» dentro de su propio cine desarrollando una nueva técnica de montaje, basada en aquellos ritmos. Para aquellos más jóvenes como yo ha representado un modo original de pensar el cine, lejano de Hollywood, un instrumento para comprender la importancia de la música en el escenario de rebelión de los años ’60/’70 – en los filmes que he filmado después como D.O.A. (1981, ndr) la música ha sido de hecho un componente esencial.
¿De qué modo se puede decir que era un cine político?
En esa época la música no era costosa, pero hacer films lo era mucho, por eso las personas que hacían cine eran la mayor parte de clase media – podían permitirse comprar el equipamiento necesario, experimentar ….Y gracias al trabajo de directores como Pennebaker hemos aprendido a rebelarnos a través de este medio, vía imágenes, hacer un tipo de cine contra el sistema, que fuera político en su forma y en su ambición de contar la verdad sobre cosas que los medios mainstream no hablaban. Pero al mimo tiempo los films de Pennebaker eran una forma de arte, con su sensualidad y una nueva mirada sobre el mundo. Un arte distinto a la cultura, de la cual se servía- por ejemplo en los documentales musicales – pero la dirigía en una dirección mas experimental y política.
©Giovanna Branca- ilmanifesto.it
traducción y adaptación por Jorge Cappelloni