Se estrena El Ángel de Luis Ortega. Gran apuesta argentina del año que debutó con éxito en Cannes.
Por Lorena Sánchez
El gran trabajo que significó la serie «Historia de un Clan» en términos artísticos, estilísticos y de reconstrucción de época y la mirada de su director para meterse en el universo de un grupo delictivo real, el Clan Puccio, a través de la personalidad, las obsesiones y las relaciones entre sus integrantes, dejó con ganas de más. Tanto a su director, Luis Ortega, y el equipo de la productora Underground de Sebastián Ortega como al público, quien desde este jueves 9 de agosto podrá ver la primera película en sociedad entre los hermanos y la productoras K&S Films y El Deseo (de otros hermanos Pedro y Agustín Almodóvar) en co-producción con Telefe (Viacom) y distribuida por 20th Century Fox.
Para llevar al cine la vida delictiva del asesino serial argentino Carlos Robledo Puch denominado ¨ángel negro¨ de quien se dice que rompió el paradigma de los delincuentes ´petisos, orejudos, morochos y pobres´ y fue detenido en 1972, juzgado y condenado a cadena perpetua permaneciendo detenido hasta hoy, se hizo una apuesta con riesgo: eligieron un protagonista sin trayectoria profesional en la actuación.
Luego de la experiencia televisiva, los hermanos Ortega buscaban qué película hacer juntos. Luego de pensar alternativas Luis encontró la propuesta y se la envió a Sebastián en forma de foto: la histórica, en blanco y negro, del criminal rubio con remera de rayas horizontales dentro del patrullero que lo detuvo. «Nos preguntamos qué había detrás de esa imagen, porqué ese chico producía tanta fascinación «, cuenta el productor argentino. A Martín Ortega, el mayor de los hijos de Palito y encargado del casting en la productora, también lo inspiró una foto, vio a Lorenzo ´Toto´ Ferro en una revista y se la envió a Luis.
“Para el protagonista Luis buscaba ante todo la irreverencia, la inocencia y la inconciencia en la mirada, y pensaba que lo iba a encontrar en alguien que no hubiera transitado el cine. Toto es un irreverente, un atrevido y tiene esa frescura», comentó Sebastián. «Pensamos que era un riesgo muy grande para una película de esta envergadura y encaramos un casting. Luis trabajó con él varios meses antes del rodaje con ensayos y entrenamientos».
Lorenzo es hijo del reconocido actor Rafael Ferro y la invitación le llegó mientras terminaba el colegio secundario pero hacía música con su banda y ni pensaba en una carrera actoral. “Ni sabía nada de Robledo Puch ni de Ortega”, contó en la conferencia de prensa realizada en Buenos Aires.
Encararon el trabajo sobre el personaje con un proceso muy intuitivo y lúdico, acorde a la forma de trabajo de Luis -«siempre pensamos en una película clásica con un contenido a descubrir y que no era una biopic”- y compartieron desde ejercicios en los que Luis le proponía desde meterse en su casa para robar, hasta actividades cotidianas.
Meterse en la composición de los personajes de la película fue un desafío para todos los actores.
El Chino Darín interpreta a Ramón, el amigo adolescente de Carlitos que éste admira y cuya familia le enseña a manejar armas y lo invita a asociarse en sus labor delictiva. «El proceso de construcción del personaje terminó de completarse el primer día después del rodaje –expresó-, terminé de entender quién era dentro del rodaje».
Para Peter Lanzani, otro hampón que conoció a Ramón en la cárcel y al salir robó en trío con él y Carlitos, «fue un valor hacer un personaje tan distinto a mí. En los ensayos fuimos moldeando y afianzamos hacia donde teníamos que ir y el golpe final se dio cuando tuvimos las luces y la ropa», coincide con Darín.
La reconstrucción de época tuvo su gran pivot en la escenografía, de la mano de la directora de arte Julia Freid y el vestuario de los ´70, a cargo de Julio Suárez, transformando distintivamente el look de los actores. Junto con los autos, motocicletas, amoblados y objetos de moda, transportan instantáneamente a esa Argentina.
La música es otra protagonista del film. “Sabíamos que en la música –que se limitaba del ’72 hacia atrás- teníamos la fuerza de la cultura pop desde el principio», contó Luis. En el repertorio se incluyen éxitos del padre del clan Ortega. Al Chino Darín le tocó homenajearlo en uno de los programas musicales de la época, con playback y baile incluidos. «La escena de la televisión fue como una fecha negra y sudé la gota gorda, porque soy tímido para cantar y bailar y tenía que homenajear a Palito frente a sus hijos», relató el actor. Sony editó la banda sonora y ya se subió la playlist a las redes sociales de la película.
Para Daniel Fanego, quien interpreta al padre de Ramón, «la dirección de Luis fue como caminar suavemente. El personaje es oscuro y patético y ellos son como una familia de casa rodante desvencijada. Juegan con fuego e invocan al demonio».
Mercedes Morán destacó que le resultó muy atractivo encarar a la madre de Ramón, un papel diferente de los que había encarado hasta ahora. Su personaje también participaba en las faenas del negocio familiar y se relacionaba sexualmente con todos los socios que se sumaban a la causa.
Completan el elenco Cecilia Roth y el chileno Luis Gnecco como los padres de Carlitos.
El guión fue escrito entre Luis Ortega, Rodolfo Palacios –autor del libro El ángel negro: La feroz vida de Carlos Robledo Puch co-guionista- y Sergio Olguín. «Palacios viene entrevistando a varios delincuentes, leyó el expediente entero y casi todas las cartas que escribió a Robledo Puch, a quien entrevistó en persona. También hablamos con vecinos de la infancia, de los padres y nos asesoró un ladrón de esa época, porque hoy no se puede robar de esa manera, cambió toda la tecnología». «La fantasía y la libertad más grande que tomamos fueron el amor y la admiración adolescente. A esa edad un amigo es admiración y ansias de formar un equipo. Yo intuí que Carlitos estaba enamorado de su amigo Ramón», agregó Luis.
Algunas opiniones vertidas por el director, para el debate, sobre el abordaje de la maldad y lo delictivo Él Ángel:
El lenguaje realista no me parece el mejor para graficar la realidad porque se queda corto con lo que uno siente para transmitir sensaciones. Cuando uno se aleja para tener que contar la verdad, se acerca a la esencia de la cuestión.
Buscamos sacarle el jugo a estos mundos oscuros. No parece tan sensato hacerlo si no tenemos algo para decir.
La pureza e inocencia con que vive una persona puede ser muy ejemplar. No tener conciencia de la muerte y del dolor ajeno te ponen de un lado de la vida donde todo es ilusión y bello.
Queríamos contagiar las ganas de vivir que quizás se contraponen con ese mundo. No sé si existe un delincuente ejemplar. Sí existe una moral. Carlitos sólo quiere bailar, demostrar que la vida no es solo querer plata, sobrevivir y ser mejor.
¿Cómo jugar con la belleza de la maldad? Una pincelada cruenta de lo cotidiano.
Pretendimos que lo que es sagrado lo siga siendo y no pretender comprender algo incomprensible. Sí mantuvimos la fascinación sobre cómo actúan las demás personas.
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=FWPntt8XQBo&feature=youtu.be
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